En pocas palabras, podríamos definir a los chakras como unos puntos energéticos que se encargan del equilibrio de nuestro cuerpo y mente, creando una conexión entre nuestras partes: psicológica, orgánica, espiritual y emocional. Estos se encuentra repartidos por toda la columna vertebral, desde el coxis hasta la cabeza, y a su vez, están conectados a las distintas glándulas endocrinas de nuestro cuerpo.
Teniendo esto en cuenta, los chakras tienen una fuerte influencia en varias funciones de nuestro propio cuerpo, con lo que su equilibrio es vital para el bienestar integral de nuestro organismo.
Chakra 1 – Muladhara, el chakra raíz
Representado con el color rojo, este chakra se encuentra ubicado en la base de la columna. Está conectado con el Elemento Tierra y se relaciona con la vitalidad y la supervivencia. Cuando este no se encuentra alineado, al estar ligado el aparato digestivo y la columna vertebral, se puede sufrir falta de vitalidad, dolor de espalda, sensaciones de frío, problemas sexuales, estreñimiento y agresividad. La forma más efectiva de reequilibrarlo es a través de una dieta sana, trabajando en la tierra con actividades como la jardinería, haciendo ejercicio o bailando.
Chakra 2 – Sua adhisthana, el chakra sacral
Lo encontraremos por debajo del ombligo en la zona de la matriz. Su elemento es el agua y está relacionado con toda clase de procesos psicológicos y mentales como las emociones, el placer, la creatividad o la necesidad de socializar. Al estar ligado a la parte sexual del ser humano, es el más intenso emocionalmente, además de estar relacionado también con nuestro sistema urinario, y a los órganos sexuales como los ovarios o testículos.
Cuando no está equilibrado, se traduce en síntomas de depresión, asma, alergias, desórdenes alimenticios, problemas de adicción como drogas o alcohol, e incluso, problemas de impotencia o frigidez. La forma más efectiva de equilibrarlo es realizando actividades relajantes, a través de masajes o tomando el sol.
El chakra 3 – Manipura, el chakra del plexo solar
Su color es el amarillo y su elemento es el fuego. Está situado por encima del ombligo sobre el estómago. Se relaciona con el intelecto, la autodisciplina y la motivación. Cuando no está equilibrado, al estar ligado al aparato digestivo y con órganos como el páncreas y vesícula, se pueden contemplar problemas digestivos así como mala memoria, nerviosismo y bloqueo mental.
La forma más efectiva de equilibrar de nuevo este chakra se aconseja gritar, golpear un cojín o practicar yoga para relajarse.
El chakra 4 – Anahata, el chakra corazón
Su color es el verde y su elemento el aire. Ubicado en el centro del pecho, está relacionado con todo lo que tiene que ver con el amor y la capacidad de amar incondicionalmente, además del perdón, la compasión y la aceptación de uno mismo. Si está desequilibrado, al estar ligado con el corazón, los pulmones, el hígado y el sistema inmunológico, podemos sufrir de presión alta, además de dificultades emocionales para amar.
Los expertos aconsejan que la mejor forma de equilibrarlo es conectarse con uno mismo de nuevo, relajarse pintando mándalas, practicar técnicas de respiración y realizar paseos en la naturaleza.
El chakra 5 – Vishuddha, el chakra de la garganta
Su color es el azul y su elemento es el éter. Se encuentra en la zona de la laringe a la altura de la garganta y está relacionado con la comunicación, la sabiduría, la capacidad de organización y la planificación. A su vez, está ligado a las cuerdas vocales, el oído, la garganta y los pulmones. Los síntomas de desequilibrio son: desórdenes hormonales, hiperactividad, fiebre y problemas en la zona bucal. La forma más efectiva de equilibrarlo es cantando nuestras canciones favoritas, disfrutando del silencio u observar la luna sobre el reflejo del agua.
El chakra 6 – Agña-akhia, el chakra del tercer ojo
Está relacionado con el color índigo y su elemento es la luz. Se encuentra en la zona del entrecejo y está relacionado con nuestro sistema nervioso y endocrino. Por otra parte, se lo relaciona con nuestra intuición, el desarrollo de las habilidades físicas y la auto-realización. Cuando no está equilibrado, al estar relacionado con nuestro sistema nervioso y endocrino, se puede sufrir problemas de coordinación, desorden del sueño y migraña.
Para equilibrarlo, se puede meditar o llevar a cabo visualizaciones guiadas relajantes.
El chakra 7 – Sahasrara, el chakra corona
Su color es el morado o blanco y el elemento es el espacio. Se encuentra en la coronilla y es el centro de la conexión espiritual. Conecta las partes física, emocional, mental y espiritual. Por su localización, está muy vinculado al cerebro. Cuando este chakra se encuentra desequilibrado, uno puede sufrir enfermedades como Parkinson, depresión, problemas de coordinación y toda clase de desórdenes mentales. Para alinearlo de nuevo, se recomienda la meditación, el yoga y el contacto con la naturaleza, entre otros aspectos.
Como verás, los chakras son una parte vital de nuestro cuerpo y mente.
Hacen que nuestra energía fluya a través del cuerpo ayudando a que estemos conectados con nosotros mismos.