Cualquier evento o cambio de rumbo que tengamos durante la temporada de eclipses está destinado a suceder. Sin embargo, el poder de los eclipses actúa como catalizador y acelera el proceso. Aunque no es necesario recurrir a rituales extravagantes, es una buena idea buscar formas de conexión espiritual más sutiles y profundas.
Practicar la gratitud, la reflexión y realizar actos de bondad son excelentes alternativas. Durante los eclipses, las energías cósmicas se intensifican y, por lo tanto, nuestras prácticas habituales pueden no ser tan efectivas. Una excelente solución puede ser conectarse con el Universo a través de rituales de luna. La Luna nueva es el momento ideal para plasmar nuestras intenciones, mientras que la Luna llena es útil para las limpiezas de energía espiritual.
Tengamos en cuenta que los eclipses de Luna llegan al mismo tiempo que las lunas llenas, mientras que los solares con las lunas nuevas. Estas épocas de cambios se denominan «temporada de eclipses» en la astrología.
Generalmente en una Luna nueva se intenciona un proceso que va a durar seis meses y culmina con la Luna llena. Sin embargo, cuando hay eclipse se recomienda no hacer rituales ya que la energía está más densa y suele ser más bien un proceso de introspección donde se favorece la meditación.
Durante la temporada de eclipses la energía que es más densa favorece el trabajo de introspección por lo que se recomienda realizar ejercicios como la meditación y el yoga ya que es un ambiente propicio para renovarse desde adentro.
Un eclipse se produce cuando un planeta o una luna se interpone en el camino de la luz del sol. Aquí en la Tierra, podemos experimentar dos clases de eclipses: eclipses solares y eclipses lunares.
Eclipse solar
Un se produce cuando la Luna se interpone en el camino de la luz del Sol y proyecta su sombra en la Tierra. Eso significa que durante el día, la Luna se mueve por delante del Sol y se pone oscuro. Este eclipse total se produce aproximadamente cada año y medio en algún lugar de la Tierra. Un eclipse parcial, cuando la Luna no recubre por completo al Sol, se produce al menos dos veces por año, en algún lugar de la Tierra.
Pero no todos podemos ver todos los eclipses solares. Tener la oportunidad de contemplar un eclipse total de Sol no es frecuente. La sombra de la Luna sobre la Tierra no es muy grande, por eso se puede ver desde unos pocos lugares de la Tierra. Tienes que estar en el lado soleado del planeta cuando este sucede. También tienes que estar en la trayectoria de la sombra lunar. En promedio, se puede ver un eclipse solar desde un mismo lugar de la Tierra solo durante unos minutos, cada 375 años aproximadamente.
Eclipse lunar
Durante un eclipse lunar, la Tierra impide que la luz del Sol llegue hasta la Luna. Eso quiere decir que a la noche, la Luna llena desaparece por completo, a medida que la sombra de la Tierra la cubre. La Luna también puede parecer de un color rojizo, debido a que la atmósfera terrestre absorbe los demás colores mientras se dobla algo de luz solar hacia la luna. Los atardeceres obtienen su color rojo y anaranjado debido a la forma en la que la luz del Sol se dobla cuando atraviesa la atmósfera y absorbe otros colores.
Durante un eclipse total de Luna, el brillo proviene de todos los amaneceres y puestas de Sol que se producen en la Tierra.
¿Por qué no tenemos un eclipse lunar todos los meses?
Seguramente te estarás preguntando por qué es que no tenemos un eclipse lunar todos los meses ya que la luna orbita la Tierra. Es cierto que la luna da vueltas alrededor de la Tierra todos los meses, pero no siempre se interpone en la sombra de la Tierra. La trayectoria lunar alrededor de la Tierra está inclinada en comparación con la órbita de la Tierra alrededor del sol. La Luna puede estar detrás de la Tierra e incluso así recibir luz solar.
El eclipse lunar es un acontecimiento especial, ya que no ocurre todos los meses. A diferencia del eclipse solar, muchas personas pueden ver todos los eclipses lunares. Podrás ver el eclipse si vives en la mitad de la Tierra en la que es de noche mientras este se produce.
Es muy fácil confundir estos dos tipos de eclipses. Una forma fácil de recordar la diferencia es mediante el nombre. El nombre te dice qué es lo que se pone oscuro cuando ocurre el eclipse.
En un eclipse solar, el Sol se pone más oscuro. En un eclipse lunar, la Luna se pone más oscura.